Gara
mira al reloj, ya son las siete y queda poco para la hora en la que quedaron
todas. Ella está en casa de Paula, con Andrea. Habían quedado para prepararse
para el concierto. Estaba preocupada porque ninguna salvo ella estaba vestida. Gara
llevaba un precioso vestido violeta de palabra de honor, por la parte de arriba
tenia purpurina y luego un cinturón azul marino. Por debajo era suelto y corto
por la rodilla, además llevaba unas francesitas negras. Estaba algo indecisa,
porque no sabía con que chaqueta lo iba a combinar: ¿con la azul marina o con
la negra?
Gara:
-¡Chicas! ¡Son las siete y no estáis vestidas!
Paula:
-¡Desesperada!
Gara:
-Ya son las siete y diez.
Andrea.
-¡Gara! Cállate, que nos vamos a cambiar.
Gara:
-Vale, mientras, yo me voy pintando.
Mientras
Paula y Andrea se cambiaban en otra habitación, Gara estaba sola en el cuarto
de Paula. Se puso a mirar los posters y cuadros que colgaban de la pared. Siguió
mirando, y se dio cuenta de que había una estantería llena de peluches de todo
tipo, pero sobre todo de Disney. A Gara le encantaba Disney, le recuerda a
Liam, uno de los componentes de su banda favorita. Entonces salió corriendo
hacia la estantería para cogerlos y hablar con ellos.
Gara:
-¡Hola Mickey! ¿Qué tal? ¿Bien? Me alegro ¿Yo? Bien, bien…
En ese
mismo instante entro Andrea, se quedo mirando a Gara durante un rato y se comenzó
a reír fuertemente. Gara se sorprendió mucho al ver a su amiga en la puerta.
Andrea:
-¿Qué haces Gara?
Gara:
-Nada, nada- dijo mientras sus pómulos enrojecían.
Andrea:
-Estabas hablando con un peluche- dijo entre carcajadas- bueno, yo venía a
buscar mi mochila, ya me voy, puedes seguir hablando con Mickey.
Gara: -Adiós,
y no voy a hablar con Mickey.
Andrea:
-Vale, si tu lo dices- dijo cerrando la puerta.
Gara:
-¿A que no Mickey?
Andrea:
-¡Te escuche!- dijo gritando.
Gara dejo
el peluche en su sitio, abrió su mochila, saco el neceser y comenzó a pintarse.
*10
minutos después*
Gara:
-Chicas, ya termine de pintarme, ¿Dónde estáis?
Paula:
-¡Aquí!
Gara: -¿Dónde
es aquí?
Paula:
- En el cuarto que está enfrente del baño.
Gara: -¿Y
dónde está el baño?
Paula:
-Uff, ¡ya voy yo!
Paula cierra
la puerta de la habitación, y deja a Andrea dentro, que todavía no estaba
vestida. A ella solo le falta ponerse los tacones y arreglarse. Y sale
corriendo en busca de Gara.
Gara:
-¡Wow! Qué bonito el vestido, me encanta, te queda genial.
El vestido
es rosa, la parte de arriba de una sola asilla y con purpurina. Debajo había un
cinturón de un rosa más flojo y la parte de abajo terminaba con un rosa más fuerte,
en forma de campana, parecido al de Gara pero más apompado.
Paula:
-Gracias, pero yo pienso que no me queda muy bien, todavía me queda arreglarme.
Gara:
-No piense eso. Te queda súper bien.
Paula:
-Bueno… ¿te apetece un vaso de agua?
Gara:
-Si, por favor.
Paula:
-Pues acompáñame.
Gara y
Paula fueron hacia la cocina y justo antes de entrar escucharon a su amiga
Andrea gritar. Se asustaron y fueron a ver lo que le ocurría. Gara iba delante,
mientras Paula la guiaba. Al llegar se estrompó con la puerta y comenzaron a reírse.
Paula:
-¿Estas bien?- dijo riéndose
Gara:
-Si, ¡ay!
Abrieron
la puerta y encontraron a Andrea mirando al móvil, sin vestirse todavía.
Gara:
-¡¿Por qué gritaste?!
Andrea:
-Nada, que vi una foto preciosa de Harry.
Paula:
-Ah, menos mal, ¿quieres agua?
Andrea:
-Vale, gracias.
*20
minutos después*
Las chicas
ya habían terminado de vestirse y de arreglarse. Andrea llevaba un vestido de
color azul celeste suelto, un cinto marrón flojo y mangas cortas con volantes. Lo
combinaba con unas pulseras y un collar de colores plata. Los tacones eran del
mismo color que el cinto. Paula también llevaba tacones, aunque eran de color
rosa chicle. Las tres se habían maquillado poco, era un maquillaje simple:
raya, rímel base y brillo o pintalabios.
Cogieron
las entradas de la habitación de Paula y se dirigieron a la puerta. Se despidieron
de la madre de su amiga y salieron. Habían salido justas de tiempo. Eran las
ocho menos cuarto y habían quedado a las en punto. Salieron del edificio y se
dirigieron tranquilamente a la plaza donde habían quedado.
Esas chicas
tenían una pequeña sensación de que esa noche iba a ser inolvidable e iba a
cambiar sus vidas para siempre.
Te quitaron el tuenti?? Si tienes otro me agregas Noelia Arias Sánchez y me sigues pasando la novela ciielo(:
ResponderEliminarNo se lo que paso que se elimino solo, cuando me cree otro te agrego
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