miércoles, 13 de febrero de 2013

Capitulo 3


Paula, Andrea y Gara ya habían llegado a la plaza donde habían quedado con las demás. Como habitualmente no llegaban puntuales, eran las ocho y diez y no habían dado señales de vida.

Paula: -Andrea, mándale un mensaje a Dayana, a ver donde está.

Andrea: -Vale, hecho.

Gara: -¿Dónde se habrán metido?- dijo preguntándose a sí misma.

En ese mismo instante salieron de una esquina Dayana, Miriam y Eva. Corriendo se acercaron a las otras chicas.

Miriam: -Lo siento chicas.

Gara: -¿Dónde estaban?

Eva: -Se retraso el autobús y tuvimos que venir caminando.

Dayana: -Casi no llegamos a tiempo.

Paula: -¡Wow, estáis guapísimas!- dijo mientras se saludaban con dos besos.

La verdad es que aquellos vestido que les había costado mucho dinero eran precioso. Miriam llevaba uno azul muy parecido al de Paula, pero menos apompado. El de Eva era amarillo pastel, con bolsillos y muy suelto. Y por último el vestido de Dayana que era rojo vivo, pegadito con un cinturón negro precioso.

Mientras las chicas comentaban sobre sus vestidos Andrea se acordó de las entradas y les pregunto si las habían llevado.

Andrea: -¿Trajeron las entradas?

Miriam: -No sé, creo que si, déjame mirar en el bolso.

Dayana: -Yo creo que si la tengo.

Paula: -Solo digo que sin entrada no podéis entrar

Eva: -Yo la tengo en el bolsillo

Dayana: -Yo también, está aquí.

Miriam está desesperada el bolso es demasiado grande y tiene muchas cosas. Siempre le pasa lo mismo, 
tenía que comprarse otro bolso o cambiarlo.

Miriam: -No la encuentro.

Gara: -¡Ay mi madre!

Miriam: -Ayúdenme a buscarla, por favor.

Eva: -Vale.

Miriam: -Jope, como la haya perdido…

Dayana: -Tranquilízate, la encontraremos.

Miriam: -¿Cómo quieres que me tranquilice, si he buscado varias veces y no la encuentro?

Paula: -Relájate, vamos a quitar todo del bolso, seguro que la encontramos.

Miriam: -Vale- dijo mientras empezó a sacar utensilios.

Gara: -Dios, ni más cosas tienes aquí dentro.

Andrea: -Si, tiene: un cuaderno, un boli, un espejo, rímel, un pintalabios…

Paula: -Podría hacer un rastrillo aquí mismo.

Miriam: -Ay que graciosa- dijo irónicamente.

Eva: -Silencio y ayuden.

Gara. –Vale.

Miriam: -¿Ves? No está.

Dayana: -Espera, aquí hay algo, está aquí.

Andrea: -Menos mal que tenemos a Dayana.

Paula: -Es como “Ratreator”- dijo con la voz que ponen en el anuncio.

Dayana: -¡Oye…!- dijo mientras que las otras se reían.

Paula: -Es una broma.

Dayana: -Eso espero.

Eva: -Chicas, ¿no se han preguntado por qué hay tan poca gente?

Andrea: -La verdad es que si.

Miriam: -A lo mejor el concierto es detrás de la plaza.

Paula: -Déjame ver la entrada- dijo mientras la sacaba- aquí dice que es el la parte trasera, como dijiste.

Gara: -Bueno, ¿Qué hacemos?, ¿nos quedamos aquí hasta que sea la hora o nos vamos ya a la parte trasera?

Dayana: -Yo creo que es mejor quedarnos, ¿ustedes que piensan?

Eva: -Yo pienso lo mismo.

Miriam: -A mi me da igual.

Gara: -Entonces, ¿nos quedamos?

Andrea: -Por mi sí.

Paula: -Y por mí.

Gara: -Vale, nos quedamos.

Miriam: -Tengo una sensación muy rara.

Dayana: -¿Cómo que rara?

Miriam: -No sé cómo explicarlo, el corazón me va súper rápido y siento un poco de miedo.

Eva: -Bueno, tranquila, seguro que no es nada.

Miriam: -Si, supongo que se me pasara.

Andrea: -¿Y qué tal te salió el examen de lengua, Miri?

Miriam: -Bien, no era muy complicado.

Mientras aquellas chicas seguían hablando sobre sus preocupaciones Miriam no era la única que tenía una sensación extraña. Paula sentía una presencia, pero le daba miedo mirar hacia atrás o investigarlo. Pensaba que a lo mejor era un vagabundo o algún drogadicto. Tomo aire y decidió mirar a ver  si había alguien. Antes se lo había comentado en susurros a Miriam y la convenció para que giraran juntas. Se dieron la vuelta, y así era, había cinco chicos cerca de ellas, muy cerca. Se giraron de nuevo y tartamudeando se lo comentaron a sus amigas.

Paula: -Chi…chi…chicas.

Gara: -¿Qué ocurre?

Miriam: -Mi…mi…miren- fijo mientras señalaba disimuladamente a los chicos.

Todas se giraron y se quedaron mirándolos con una sonrisa tonta, de esas que salían solas. Todavía no se lo podía creer. ¡Era One Direction!

¿Ahora que pasara? ¿Se acercarían a ellos? ¿O ellos lo harían? A lo mejor pasarían, eran solo seis simples fans, eran como las demás. Pero ellas no perderían la esperanza, a lo mejor las saludaban y hablaban con ellas. Ninguna sabía el futuro.

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