martes, 29 de enero de 2013

Capitulo 2


Gara mira al reloj, ya son las siete y queda poco para la hora en la que quedaron todas. Ella está en casa de Paula, con Andrea. Habían quedado para prepararse para el concierto. Estaba preocupada porque ninguna salvo ella estaba vestida. Gara llevaba un precioso vestido violeta de palabra de honor, por la parte de arriba tenia purpurina y luego un cinturón azul marino. Por debajo era suelto y corto por la rodilla, además llevaba unas francesitas negras. Estaba algo indecisa, porque no sabía con que chaqueta lo iba a combinar: ¿con la azul marina o con la negra?

Gara: -¡Chicas! ¡Son las siete y no estáis vestidas!

Paula: -¡Desesperada!

Gara: -Ya son las siete y diez.

Andrea. -¡Gara! Cállate, que nos vamos a cambiar.

Gara: -Vale, mientras, yo me voy pintando.

Mientras Paula y Andrea se cambiaban en otra habitación, Gara estaba sola en el cuarto de Paula. Se puso a mirar los posters y cuadros que colgaban de la pared. Siguió mirando, y se dio cuenta de que había una estantería llena de peluches de todo tipo, pero sobre todo de Disney. A Gara le encantaba Disney, le recuerda a Liam, uno de los componentes de su banda favorita. Entonces salió corriendo hacia la estantería para cogerlos y hablar con ellos.

Gara: -¡Hola Mickey! ¿Qué tal? ¿Bien? Me alegro ¿Yo? Bien, bien…

En ese mismo instante entro Andrea, se quedo mirando a Gara durante un rato y se comenzó a reír fuertemente. Gara se sorprendió mucho al ver a su amiga en la puerta.

Andrea: -¿Qué haces Gara?

Gara: -Nada, nada- dijo mientras sus pómulos enrojecían.

Andrea: -Estabas hablando con un peluche- dijo entre carcajadas- bueno, yo venía a buscar mi mochila, ya me voy, puedes seguir hablando con Mickey.

Gara: -Adiós, y no  voy a hablar con Mickey.

Andrea: -Vale, si tu lo dices- dijo cerrando la puerta.

Gara: -¿A que no Mickey?

Andrea: -¡Te escuche!- dijo gritando.

Gara dejo el peluche en su sitio, abrió su mochila, saco el neceser y comenzó a pintarse.


*10 minutos después*

Gara: -Chicas, ya termine de pintarme, ¿Dónde estáis?

Paula: -¡Aquí!

Gara: -¿Dónde es aquí?

Paula: - En el cuarto que está enfrente del baño.

Gara: -¿Y dónde está el baño?

Paula: -Uff, ¡ya voy yo!

Paula cierra la puerta de la habitación, y deja a Andrea dentro, que todavía no estaba vestida. A ella solo le falta ponerse los tacones y arreglarse. Y sale corriendo en busca de Gara.

Gara: -¡Wow! Qué bonito el vestido, me encanta, te queda genial.

El vestido es rosa, la parte de arriba de una sola asilla y con purpurina. Debajo había un cinturón de un rosa más flojo y la parte de abajo terminaba con un rosa más fuerte, en forma de campana, parecido al de Gara pero más apompado.

Paula: -Gracias, pero yo pienso que no me queda muy bien, todavía me queda arreglarme.

Gara: -No piense eso. Te queda súper bien.

Paula: -Bueno… ¿te apetece un vaso de agua?

Gara: -Si, por favor.

Paula: -Pues acompáñame.

Gara y Paula fueron hacia la cocina y justo antes de entrar escucharon a su amiga Andrea gritar. Se asustaron y fueron a ver lo que le ocurría. Gara iba delante, mientras Paula la guiaba. Al llegar se estrompó con la puerta y comenzaron a reírse.

Paula: -¿Estas bien?- dijo riéndose

Gara: -Si, ¡ay!

Abrieron la puerta y encontraron a Andrea mirando al móvil, sin vestirse todavía.

Gara: -¡¿Por qué gritaste?!

Andrea: -Nada, que vi una foto preciosa de Harry.

Paula: -Ah, menos mal, ¿quieres agua?

Andrea: -Vale, gracias.


*20 minutos después*

Las chicas ya habían terminado de vestirse y de arreglarse. Andrea llevaba un vestido de color azul celeste suelto, un cinto marrón flojo y mangas cortas con volantes. Lo combinaba con unas pulseras y un collar de colores plata. Los tacones eran del mismo color que el cinto. Paula también llevaba tacones, aunque eran de color rosa chicle. Las tres se habían maquillado poco, era un maquillaje simple: raya, rímel base y brillo o pintalabios.

Cogieron las entradas de la habitación de Paula y se dirigieron a la puerta. Se despidieron de la madre de su amiga y salieron. Habían salido justas de tiempo. Eran las ocho menos cuarto y habían quedado a las en punto. Salieron del edificio y se dirigieron tranquilamente a la plaza donde habían quedado.

Esas chicas tenían una pequeña sensación de que esa noche iba a ser inolvidable e iba a cambiar sus vidas para siempre.

domingo, 27 de enero de 2013

Capitulo 1


Era un día como otro cualquiera, pero para Paula y sus amigas no. Tenia muchas amigas, pero entre ellas, cinco destacaban, por tener el mismo grupo musical favorito. Cada una de ellas distintas pero todas iguales a la vez. Eran: Miriam, Dayana, Gara, Eva y Andrea. Estaban en su colegio, vestían sus uniformes, una falda oscura, con un polo blanco y un suéter también azul marino. Tenían mucho claro, y es que iba a empezar el verano, era viernes y se encontraban en el recreo.

Miriam: -Estoy súper nerviosa.-dijo gritando

Dayana: -Y yo, solo quiero que llegue esta noche.

En ese mismo instante llego una amiga de ellas y compañeras de clase, no era como ellas, tenía el pelo lacio de color dorado, con unos ojos muy bonitos de diferentes tonos de verdes y marrones. Llevaba el mismo uniforme que ellas y sin duda era mu simpática. Se llamaba Olga.

Olga: - Hola chicas, ¿Qué pasa esta noche?

Andrea: -Esta noche será una gran noche.

Gara: -Si, es el concierto de nuestra banda favorita.

Eva: -De One Direction!

Olga: -Que raro que ustedes estén hablando o pensando en One Direction…

Paula: -La verdad es que si.

Olga llevaba muchísimo tiempo escuchando hablar a esas chicas sobre su banda favorita, pero nunca le había atraído, había escuchado algunas de sus canciones pero no le gustaba. Ella prefería otros cantantes como Selena Gómez o Taylor Swift.

Olga: -¿Y a qué hora es?

Miriam: -Es a las nueve, pero nosotras iremos una hora antes para no coger cola.

Olga: -¿Son enumeradas?

Eva: -Si

Olga: -Entonces, ¿para qué van antes?

Paula: -Porque a lo mejor los vemos y los conocemos.

Olga: -Tienen demasiados sueños, hay muy pocas probabilidades de que los conozcan, por no decir ninguna.

Andrea: -Los sueños se hacen realidad

Olga: -Eso no lo creo…

En ese momento toco la campana que anunciaba el fin del recreo, se despidieron de Miriam, que era la única de las amigas que no estaba en la misma clase. Estaban algo nerviosas por el concierto, pero lo que no sabían era que esa noche iba a ser inolvidable. Iba a empezar algo que les cambiaria la vida por completo. Ya no volverían a ser simples estudiantes si no algo más.