Ya se había acabado el concierto, había sido genial. Cantaron muy bien y no pararon de mirar a las chicas o eso es lo que ellas sentían y pensaban. Estaban muy emocionadas y ahora se dirigían a la cafetería donde habían quedado con los chicos. Nunca habían ido a esa cafetería, era muy curiosa, abría solo cuando la gente no estaba en la calle. Era muy antigua, parecía una casa, con tejado rojo y una fachada de piedras. Estaba abierta y era extraña, ellas pensaban que los dueños no sabían que había un concierto. Ya habían llegado y todavía ellos no estaban allí.
Andrea: -Hace frío, ¿nos sentamos dentro?
Eva: -Yo creo que si, es mejor- comento. Seguido a esto entraron.
Dayana: -Aquí se esta bien.
Gara: -¿En que mesa nos ponemos?
Miriam: -En una de once personas, para los chicos.
Gara: -Vale
Paula: -Que raro que no estén aquí, ¿no creéis?
Dayana: -Si, bueno les esperamos...
Las chicas estuvieron hablando mientras esperaban por ellos, pidieron un par de refrescos y algo para picar. Se estaban acabando los temas para hablar y ellos no llegaban. Ya estaban desesperadas, pero no podían hacer mucho, si no armarse de paciencia.
Eva: -Chicas, llevamos una hora aquí y no aparecen.
Andrea: -Yo estoy cansada y mi madre como no llegue pronto a casa me castiga.
Paula: -Y la mía también.
Dayana: -Quizás Olga estaba en lo cierto...
Gara: -Bueno, vamos a pagar y nos vamos.
Estaban muy cansadas y decepcionadas, lo que había dicho Zayn era mentira, no estaban allí. Tenían muchas ganas de llorar, aislarse de todo el mundo y dormir. Pensar en todo lo que había pasado, escuchar sus canciones y desconectar. No podían con sus almas. Se lo habían creído como unas tontas. Estaban hablando de lo sucedido fuera de la cafetería, pero les interrumpió una voz que ya habían escuchado antes, era Zayn. Estaban sorprendidas que salieron corriendo hacia ellos.
Zayn: -Lo sentimos muchisimo por llegar tarde.
Eva: -No pasa nada.
Andrea: -Lo importante es que estáis aquí.
Harry: -Lo sentimos, en serio, el manager no nos dejaba salir.
Dayana: -Vaya manager, casi no les deja respirar.
Liam: -Bueno, ¿entramos?
Miriam: -No podemos...
Niall: -¿Por que?
Gara: -Tenemos que ir a casa, si no, nuestras madres nos castigan.
Louis: -No pasa nada, si no, voy yo a vuestras casas a pedir disculpas, o si nos escapamos...
Paula: -¡Que malote...!- dijo mientras todos se reían.
Andrea: -Me parece buena idea Louis, pero no conoces a nuestras madres.
Eva: -Y que lo digas... Nos dejaron ir al concierto de milagros.
Harry: -Bueno, podemos quedar otro día, ¿no?
Gara: -Si, claro.
Niall: -¿Que tal si vamos a comer?
Miriam: -Depende de cuando sea...
Zayn: -Mañana a la una.
Dayana: -¿Y a donde vamos a ir?
Harry: -No se... ¿Que tal al McDonal's?
Andrea: -Vale.
Eva: -Pues nos vemos mañana a la una en el McDonal's.
Liam: -Vale, tranquilas no llegaremos tarde.
Gara: -Bueno, no vamos- dijo mientras se despedían.
Niall: -Adiós.
A las chicas les había cambiado la cara y los pensamientos. Ahora estaban muy felices y contentas, solo pensaban en la comida del día siguiente y todo lo que tenia que ver con ellos. Era demasiado tarde, casi no se veían las unas a otras y las farolas estaban a punto de encenderse, las chicas cogieron el autobús. Cada una llego a su respectiva casa, se pusieron el pijama y se acostaron. El día siguiente iba a marcarles la vida y a ser inolvidable.
